La insuficiencia cardiaca es una enfermedad del corazón que se puede manifestar de diversas formas, cada una con sus propias características diferenciales. Por ello, cuando a una persona se le diagnostica de insuficiencia cardiaca, este término debería ir siempre acompañado de un "apellido" que nos indica el tipo concreto de insuficiencia cardiaca que padece el paciente.
Así, podemos hablar de insuficiencia cardiaca izquierda, insuficiencia cardiaca derecha, insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia cardiaca sistólica, insuficiencia cardiaca diastólica, insuficiencia cardiaca crónica o insuficiencia cardiaca aguda, entre otras. Los pacientes pueden tener a la vez más de uno de estos distintos tipos de insuficiencia cardiaca. Explicaremos brevemente cada uno de ellos.
Insuficiencia cardiaca izquierda: la parte izquierda del corazón (el ventrículo izquierdo) es el que ha sufrido algún daño, y por eso la insuficiencia cardiaca se denomina "izquierda". La insuficiencia cardiaca izquierda es la forma más frecuente de insuficiencia cardiaca. Sus causas más habituales son la enfermedad de las arterias coronarias y la hipertensión arterial, entre otras muchas. La enfermedad de las arterias coronarias (que son las arterias que llevan la sangre arterial, oxigenada, al músculo cardiaco) puede manifestarse de diferentes formas: cardiopatía isquémica (es un término general que indica que el flujo de sangre que le llega al corazón es insuficiente), angina de pecho (dolor del corazón porque no le llega suficiente sangre), infarto de miocardio (muerte de una parte del corazón). Si el ventrículo izquierdo no bombea bien la sangre ésta se acumula en los pulmones, produciendo en el paciente una sensación de ahogo, de que cuesta trabajo respirar; este es el síntoma más frecuente de la insuficiencia cardiaca y se denomina "disnea".
Insuficiencia cardiaca derecha: en este caso la parte del corazón que está dañada, y que produce la insuficiencia cardiaca, es la derecha (ventrículo derecho). Es menos frecuente que la insuficiencia cardiaca izquierda. Como el corazón derecho no bombea bien la sangre esta se acumula en las venas de nuestro cuerpo, y de allá se filtra en ocasiones hacia la piel. Por ello el hígado aumenta de tamaño (lo que se denomina "hepatomegalia", pues tiene muchas venas en su interior), las venas del cuello se hacen más prominentes (por eso el médico le mira el cuello, para ver si las venas están hinchadas), y las piernas se hinchan (al presionar con el dedo en la pierna la piel se hunde y deja una marca, lo que se conoce como "edemas" en las piernas). La insuficiencia cardiaca derecha puede estar producida por un daño directo del ventrículo derecho (por ejemplo, si se produce un infarto de miocardio en este ventrículo), o más frecuentemente por la presencia de hipertensión pulmonar.
¿Qué es la hipertensión pulmonar? El ventrículo derecho manda la sangre pobre en oxígeno hacia la arteria pulmonar y de ahí a los pulmones, para que la sangre se pueda oxigenar. Si la arteria pulmonar y las arterias más pequeñas que salen de ella tienen mucha presión (hipertensión pulmonar), el ventrículo derecho tiene que contraerse con mucha fuerza para lograr que la sangre circule por estas arterias, por lo que el ventrículo derecho puede acabar dañándose. La hipertensión pulmonar puede tener muchas causas: las enfermedades de las válvulas cardiacas, una embolia pulmonar previa y las enfermedades pulmonares, entre otras. La causa más frecuente de la hipertensión pulmonar es la insuficiencia cardiaca izquierda: si el ventrículo izquierdo no bombea bien la sangre ésta se acumula en los pulmones y en la arteria pulmonar, donde aumenta la presión de la sangre; y esta presión elevada acaba dañando al ventrículo derecho. Por ello, la causa más frecuente de insuficiencia cardiaca derecha es que el paciente tuviera previamente insuficiencia cardiaca izquierda, ya que con el tiempo puede desarrollar hipertensión pulmonar y después insuficiencia cardiaca derecha. Los pacientes que tienen a la vez insuficiencia cardiaca derecha e izquierda se dice que padecen insuficiencia cardiaca congestiva.
Insuficiencia cardiaca sistólica: la causa de la insuficiencia cardiaca es un problema en la "sístole", que es la contracción de los ventrículos para bombear la sangre. La causa más frecuente de que el ventrículo no se contraiga con suficiente fuerza (de que la sístole esté disminuida, lo que se denomina "disfunción sistólica") es que parte del ventrículo esté muerto, lo que ocurre habitualmente a consecuencia de un infarto de miocardio. Si el problema es en la sístole del ventrículo izquierdo se producirá una insuficiencia cardiaca izquierda; si lo que está dañado es la sístole del ventrículo derecho aparecerá una insuficiencia cardiaca derecha. Hoy en día este tipo de insuficiencia cardiaca se denomina más frecuentemente insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida.
Insuficiencia cardiaca diastólica: el problema ya no está en la sístole o contracción de los ventrículos, sino en la "diástole", que es la relajación de los ventrículos que se produce después de cada contracción. La diástole es una fase del latido cardiaco en la que los ventrículos se relajan, y esto permite que se llenen de sangre; esta sangre será bombeada a continuación en la fase de sístole o contracción cardiaca. ¿Por qué se altera la diástole? La causa más frecuente es que el paciente tenga hipertensión arterial, especialmente si hace muchos años que la tiene y las cifras de tensión no han estado bien controladas. La tensión arterial es la presión de la sangre dentro de las arterias de nuestro cuerpo, por ejemplo en las arterias del brazo, que es donde habitualmente se mide la tensión arterial; en contraposición, y como hemos dicho antes, la tensión pulmonar es la presión dentro de las arterias de los pulmones. El ventrículo izquierdo bombea la sangre hacia las arterias de nuestro cuerpo. Por ello, si la presión dentro de estas arterias es más alta de lo normal tendrá que hacer mucha fuerza para poder bombear bien la sangre. Para aumentar su fuerza el ventrículo produce más masa muscular, se hace más "grueso", y por ello en la diástole al ser más gruesas las paredes del ventrículo le cuesta más relajarse y se llena peor de sangre. Es como si quisiéramos hinchar un globo que está fabricado con una goma muy gruesa, tendríamos que soplar muy fuerte para poder llenarlo de aire. Hoy en día este tipo de insuficiencia cardiaca se denomina más frecuentemente insuficiencia cardiaca con fracción de eyección conservada. Los pacientes con insuficiencia cardiaca sistólica suelen tener también insuficiencia cardiaca diastálica, por lo que es frecuente que coexistan ambos tipos de insuficiencia cardiaca.
Insuficiencia cardiaca crónica: en la insuficiencia cardiaca crónica los pacientes tienen siempre síntomas de la enfermedad, aunque estos pueden ser muy leves. El término de "crónica" hace referencia a que el paciente tiene la enfermedad, y como en la mayoría de los casos no es curable, va a tener síntomas de la misma en los años sucesivos, aunque a veces estos síntomas serán más severos y otras veces más leves. Con el tratamiento adecuado se intenta minimizar los síntomas de los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica.
Insuficiencia cardiaca aguda: este término puede hacer referencia a varias situaciones. Las más frecuentes son dos: o bien el paciente ha desarrollado de forma transitoria una insuficiencia cardiaca, pero esta puede desaparecer (por ello se la llama aguda y no crónica); o bien el paciente tiene una insuficiencia cardiaca crónica y presenta en un determinado momento un gran empeoramiento de los síntomas de la enfermedad, por lo que en ese momento y hasta que mejoren sus síntomas, en vez de llamarse crónica se la denomina aguda (también puede llamarse insuficiencia cardiaca crónica reagudizada).
Todos los anteriores tipos de insuficiencia cardiaca se combinan entre sí, de forma que un paciente puede ver en su informe médico, por ejemplo, el diagnóstico de "insuficiencia cardiaca crónica sistólica izquierda".