Los pacientes con insuficiencia cardiaca presentan periodos más o menos largos de estabilidad clínica, es decir, sus síntomas son más o menos iguales con pequeñas variaciones de un día a otro. Sin embargo, en la insuficiencia cardiaca son muy frecuentes las descompensaciones de la enfermedad: una infección, una subida de la tensión arterial o el olvido de la toma de la medicación pueden hacer que el corazón se descompense y empeoren los síntomas.