Los anteriores son los síntomas principales de la insuficiencia cardiaca pero pueden aparecer otras molestias muy variadas, por lo que debe consultar al médico si aprecia algún síntoma nuevo.
Los síntomas principales de la insuficiencia cardiaca izquierda son la disnea (dificultad para respirar), el cansancio y la fatiga, acompañados de edemas en tobillos y piernas si el paciente ha desarrollado también insuficiencia cardiaca derecha. Como hemos visto puede presentar también síncope, siendo especialmente peligroso si éste tiene su origen en taquicardias ventriculares malignas.
En la insuficiencia cardiaca izquierda la congestión pulmonar (acúmulo de líquido en los pulmones) no sólo causa la disnea, sino que también puede producir tos por irritación de los nervios que se encuentran alrededor de los bronquios (tubos que transportan el aire dentro de los pulmones). La disnea se hace más evidente con el esfuerzo y cuando el paciente se tumba (ortopnea), por lo que en ocasiones tiene que dormir con varias almohadas para evitar estar tumbado completamente plano. A veces el líquido se acumula alrededor del pulmón, en una especie de saco que lo envuelve que se llama cavidad pleural: a este acúmulo se le denomina derrame pleural, que comprime el pulmón y puede agravar la disnea.
La dificultad del corazón para bombear la sangre en cantidades adecuadas hace que esta llegue con dificultad a los músculos, produciendo la debilidad y la fatiga. En el riñón, al recibir menos sangre para depurar se genera menos orina, y por eso los pacientes presentan oliguria (poca cantidad de orina). La toma de diuréticos (fármacos que aumentan la diuresis, la cantidad de orina) hace que la oliguria sea menos evidente, al obligar al riñón a producir más orina de la que fabricaría por sí solo. Por la noche, el líquido de las piernas se reabsorbe y pasa a la circulación sanguínea, aumentando el flujo de sangre que alcanza el riñón y aumentando la diuresis: esto produce la nicturia, que es una mayor frecuencia miccional durante la noche (el paciente se tiene que levantar con más frecuencia de lo normal por la noche para orinar). En fases avanzadas de la enfermedad, la menor llegada de sangre al cerebro puede producir somnolencia y confusión.
El acúmulo de líquido en el aparato digestivo, en los intestinos, produce anorexia (falta de apetito) y una peor absorción de los alimentos y de los fármacos que consume el paciente. Esto puede llevar en las fases terminales de la enfermedad a una delgadez extrema (caquexia cardiaca).
La insuficiencia cardiaca es una enfermedad que limita la actividad diaria de los pacientes que la padecen, por lo que empeora su calidad de vida. Es por ello frecuente que aparezcan alteraciones del estado de ánimo, como la ansiedad o la depresión, especialmente en los pacientes de mayor edad. Es importante un correcto tratamiento de estos síntomas, con psicoterapia y medicación si es preciso, pues producen una mayor pérdida de la calidad de vida de estos pacientes si no se tratan adecuadamente. La familia del paciente y su entorno social pueden condicionar (empeorar o mejorar) notablemente la situación psíquica del paciente.
La tensión arterial de los pacientes con insuficiencia cardiaca es muy variable. La hipertensión arterial es una causa frecuente de insuficiencia cardiaca, por lo que algunos pacientes tienen cifras altas de tensión. Casi todas las medicaciones que se utilizan en la insuficiencia cardiaca bajan la tensión arterial, por lo suele controlarse bastante bien la tensión en los pacientes hipertensos. El problema se presenta en aquellos casos en los que el paciente presenta cifras de tensión arterial normales o incluso bajas antes de iniciar la medicación. En estos casos el tratamiento puede producir hipotensión (tensión arterial baja), que en algunos casos se acompaña de síntomas: debilidad, mareo, etc. Por ello, hay que utilizar la máxima dosis de los fármacos que tolere el paciente sin que presente síntomas por un efecto excesivo.
Cuando el paciente experimenta una descompensación de la insuficiencia cardiaca puede presentar piel fría (por llegada de poca sangre a la piel), hipotensión arterial, taquicardia (su corazón se contrae muy rápido para compensar la poca sangre que logra bombear en cada latido) y taquipnea (respiración rápida).